Ayuno por ti
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El blog de Ayuno por ti

21.02.2023
Ayuno por ti
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Mañana es miércoles de cenizas y empieza uno de los momentos más importantes de preparación para la Iglesia. En unas semanas volveremos a sumergirnos en el dolor de la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y en su Resurrección gloriosa. Para llegar preparados, la Iglesia nos invita en estas próximas semanas a un tiempo cuaresmal en el que debemos tratar de esforzarnos más de lo ordinario en hacer sacrificios agradables a Dios, sobre todo rezar más y con más autenticidad, poniendo más corazón en lo que hacemos, aumentando los actos de caridad y, sobre todo, de mortificación. Porque el que no muere a sí mismo, no da fruto (Jn 12, 24-26). Seamos pues generosos en las obras que marcarán este tiempo cuaresmal, con oración, ayunos y limosnas. Actos de amor secretos que sólo Dios conozca, pero sobre todo que no sean una formalidad o un cumplir, sino expresión de un deseo de crecer en el amor a Dios, para que él venga a nuestra vida, la renueve y la transforme con su presencia.

Mañana, miércoles de cenizas, será un día en el que cualquiera podrá dejarse marcar por esta intención de mejorar en el amor a Dios y al prójimo. El significado de las cenizas es él de recordarnos que somos pecadores y que al ofender a Dios, necesitamos de su perdón, que es un amor y una gracia totalmente inmerecida que Él nos acerca gratuitamente, pero que no ha sido gratis, pues la pagó con su sangre divina. También nos permite manifestar ante los demás nuestro arrepentimiento, pedir a la Iglesia que interceda por nosotros y por nuestra conversión. Nos ayuda a comprometernos públicamente al cambio, frente a los demás y frente a nosotros mismos, y debe de ser un signo de nuestra disposición a recibir el perdón de Dios.

Es un día de ayuno y abstinencia y que, al igual que el Viernes Santo, a partir de los 14 años (y hasta los 59 años) el cristiano debe abstenerse de comer carne (eso incluye también jugos en los que se haya cocido la carne) y practicar ayuno (una sola comida fuerte al día y las otras dos muy frugales). Es importante recordar que la Iglesia nos invita a que todos los viernes del año sean días especialmente dedicados a la oración, la penitencia y la meditación. Y que, si bien las Conferencias Episcopales de cada país pueden determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad, en tiempo de Cuaresma no se puede dispensar de la abstinencia ni del ayuno el miércoles de ceniza y el Viernes Santo, ni de la abstinencia de los viernes de Cuaresma (Cfr. CDC 1249-1253).

Sin embargo, aunque la Iglesia dictamine este ayuno para la Cuaresma, desde AyunoXti vivimos ayunos semanales incluso más estrictos, siguiendo el insistente mensaje de la Virgen desde hace más de 200 años de practicar más ayuno y penitencia. Por este motivo os invitamos a intensificar nuestro ofrecimiento cada uno en la medida que pueda y considere oportuno, consultándolo con el director espiritual si es preciso. Que se vea en el cielo, que amamos a Dios y a María y que suplicamos con fuerza su intervención divina para nuestra conversión y la de todos los que viven lejos del amor de Dios, así como reparar el mal que genera un mundo cada vez más enfrentado a Dios.

Así que, al margen del ayuno a pan y agua de los miércoles, tratemos de añadir alguno más, como una renuncia a algún alimento, a algo innecesario (café, cigarrillos, caramelos, chocolate, donuts, el azúcar o la sal, etc.) o que no es propiamente bueno (uso de redes sociales, tiempo en lecturas superficiales, criticas a los demás, exceso de ocio, etc.).

Finalmente, recordar que uno de los motivos por los que se empieza la cuaresma un miércoles es porque, para cumplir con los 40 días de Cuaresma, es preciso sustituir los 4 días de los 4 domingos, a los que no se les puede aplicar la mortificación de la Cuaresma por ser días del Señor dedicados a la gloria y la alegría, por lo que, en lugar de empezar un domingo, se empieza un miércoles, añadiendo los 4 días del miércoles de cenizas hasta el sábado.

Que en esta Cuaresma 2023 seamos generosos y estemos motivados a crecer espiritualmente partiendo de la muerte a nosotros mismos con sacrificios destinados a atraer la gracia de Dios en nosotros y darnos vida espiritual.

Si quieres que la comunidad de AyunoXti te acompañe en esa intención, escríbenos y cuéntanos tu petición. Rezaremos y ayunaremos cada miércoles de un mes entero para que tu voz llegue al cielo y pueda ser escuchada.

Deja tu petición aquí: 

https://www.ayunoporti.es/peticiones

Mientras tanto dejamos unas orientaciones, cada vez más necesarias hoy en día, para quienes desean ser escuchados por Dios y sólo ven soledad y empeoramiento.

¿Crees que el Señor no te responde?

Puede ser por varios motivos:

1. No lo pides con suficiente fe o tu oración no es profunda;

2. Lo que pides no es realmente lo que debes pedir;

3. No es el momento para obrar ese milagro;

4. Lo hará, pero no cómo o cuándo tú lo esperas;

5. El Señor espera para que aumente tu deseo.

Para mejorar la probabilidad de que el Señor nos escuche:

1. Asegúrate de no estar en pecado mortal, un alma impura no tiene la misma relación con Dios que un alma limpia;

2. Trata de vivir los sacramentos con convicción y amor profundo, sobre todo la confesión y la eucaristía frecuente;3. Dedica un tiempo específico a la contemplación y la adoración. Visita el sagrario y estate allí conversando con Jesús;4. Cumple su mandato de no hablar mal de los demás, ser humilde, manso y sincero, no te apegues a las cosas y deseos de este mundo, trata de perdonar siempre, amar, ser paciente. Esfuérzate en el amor (si se ama de verdad, amar duele);5. Busca hacer siempre su voluntad, más que la tuya, sé agradecido con lo que te ha dado, incluso si es una cruz grande. Pide más bien fuerza para llevarla, pues seguro que es un medio de salvación para ti y para muchos, no la desprecies y llévala con paciencia y amor, abrázala como hizo Él en el calvario.6. Reza el rosario diariamente y conságrate a María. Ella es madre nuestra, pero sobre todo madre de Jesús. Ella intercederá de un modo especial por ti, pero tienes que tener una relación con ella, caminar con ella y escucharla.7. Lee todos los días un poco el evangelio, por lo menos el evangelio de la misa del día, aprende a degustar la palabra de Dios y enfocar tu vida desde su palabra.8. Busca un director espiritual y, si no lo encuentras, pídele al Señor que te dé uno;9. Durante el día acuérdate del Señor. Reza el ángelus a las 12, bendice la mesa y al finalizar agradece lo que has tomado, santíguate si pasas delante de una iglesia con el Santísimo dentro, reza la Coronilla de la Divina Misericordia a las 15h y/o practica alguna devoción que te ayude (escapularios, novenas, etc.), haz jaculatorias a lo largo del día y reza antes de acostarte con tus hijos y con tu esposo/a y aparta todo lo posible las redes, las pantallas, el móvil y la televisión, dedícate mucho más al trato personal que al digital.

Lo que hay que evitar con contundencia

Huye sobre todo de los pecados de impureza. Si tienes pareja fija, cásate. Si tienes amante, déjala, confiésate y vuelve con tu esposa o esposo, si no estás casado o casada sé continente y casto hasta el matrimonio, si te deja tu marido o tu esposa, permanece siempre fiel. Trata de no usar un lenguaje vulgar, irónico, sarcástico, sino más bien sé sencilla, clara, positiva. Viste con decoro y recordando que tu cuerpo es templo del Espíritu Santo, destaca por tu integridad, tu fe y tu testimonio de vida eterna, no por tu estética. Ocúpate de los demás y de las cosas de Dios y el Señor se ocupará de tus cosas. No dejes que los vicios llenen tu vida, llénala de Dios y estarás a salvo.

www.ayunoporti.es 

#ayunoXti

  

27.02.2022
Ayuno por ti
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Estimados ayunadores,

Llega el tiempo de Cuaresma de este 2022, un año lleno de dolor, sufrimiento, preocupaciones, guerras preocupantes que se suman a la tensión dejada por la pandemia. Parece que todo empeora y sabemos que esto se debe a que el hombre sigue sin aceptar a Dios como Padre, sigue haciendo las cosas a su manera, sigue alrededor de su propio egoísmo. Sin embargo, tenemos que recordar que son unos pocos los que imponen el mal y que somos muchos que podemos oponernos a ese mal haciendo el bien. Éste es el sentido de la cruz cristiana y también de la corredención. Participamos con nuestros sufrimientos, impuestos y voluntarios, para llevar adelante la deuda de todo el mundo. El ayuno y el santo rosario son las herramientas más potentes para acompañar una vida sacramental y enamorada de Dios que imploran a Dios intervenir con misericordia y gracia.

Desde AyunoXti os invitamos a seguir con el ayuno de los miércoles y, como en cada Cuaresma, a proponeros algún sacrificio más que pueda ayudarnos en nuestro camino de conversión y ascesis, pero también que incremente nuestro amor al Padre en el camino del ofrecimiento voluntario.

Os invitamos a reuniros en pequeños grupos para rezar el rosario, ser ese pequeño ejército de María del que ya profetizó san María Grignion de Montfort, ese resto fiel que se une a María en su trabajo de preparar a la humanidad para la venida de su Hijo Jesús. Desde Fátima a Medjugorje, desde la Salette a Akita, nuestra madre sigue avisándonos de que tenemos que centrarnos en la oración, el ayuno y la penitencia.

Si Dios decidió que María fuera asunta al cielo no fue simplemente por una cuestión de referencia o delicadeza hacia la madre escogida y preparada desde la eternidad para dar a luz a su Hijo, cuidarle, educarle y acompañarle, sino también porque Dios tenía un propósito especial para ella. María no fue simplemente a contemplar la gloria de Dios con honores, si no para trabajar en la corredención y la intercesión a pleno rendimiento. Y si ella nos propone este camino y se hace presente en la tierra para recordarnos lo importante del mensaje de su Hijo, es porque es importante y merece la pena seguir ese camino. María no viene por su cuenta, sino que es enviada por el Padre, así que trae, en realidad, la voluntad del Padre.

Que el ayuno de esta Cuaresma y los esfuerzos que nos propongamos vivir sean proporcionales al amor que le tenemos al Señor y a nuestra madre; que reflejen la fe que tenemos al pedir por la paz en el mundo y su conversión, que es lo más importante ahora mismo.

Vivamos esta Cuaresma con sencillez y humildad, con el rosario en mano, rezándolo en familia y con confianza. Hagamos ayunos y penitencia, recemos sin criticar y rezando especialmente por los sacerdotes. Vayamos con más frecuencia a los sacramentos, especialmente la confesión y la Eucaristía, leamos la palabra de Dios con frecuencia y meditémosla, visitando al Santísimo Sacramento del altar y poniendo a Dios en el primer puesto de cada día y de cada acción, siendo testigos de su amor silencioso, pero potente.

Gracias por pertenecer a esta comunidad de ayunadores que trata de poner su granito de arena para la conversión del mundo y que trata de caminar juntos y de la mano de María hacia el corazón de Jesús.

Por terminar, pediros que nos ayudéis a que la invitación al rosario que promovemos por Facebook y por WhatsApp llegue a muchas personas. Nuestra única intención es que sean más los que se acerquen al rezo del Santo Rosario, por lo menos una vez a la semana, y dar a conocer AyunoXti para que se puedan solicitar peticiones. Pero necesitamos que compartáis con algunos amigos estas propuestas, de lo contrario todo el esfuerzo quedará entre los que ya conocéis AyunoXti.

Os deseamos una santa Cuaresma y que el Señor os bendiga y habite en todos nosotros.

AyunoXti

2022

28.02.2020
Ayuno por ti
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Con el reciente miércoles de cenizas de este año 2020 hemos empezado una nueva Cuaresma, y casi todos sabemos, o deberíamos saber, que es un tiempo de 40 días en los que nos preparamos para vivir bien la Semana Santa y contemplar con el mayor agradecimiento la Pasión de Jesucristo. Es un camino de preparación en el que los viernes estamos llamados a la abstinencia de la carne y a vivir un día de recogimiento y oración. Propiamente la Iglesia nos propone un ayuno el miércoles de cenizas y otro en el viernes Santo. El gran riesgo es pensar que cumplir con el ayuno del miércoles de cenizas y el viernes santo, así como la abstinencia de los viernes, es suficiente o que incluso sea para nota. Técnicamente es cierto, pero la Iglesia no reduce a esa práctica penitencial, sino que parte de ella como un mínimo. El ayuno es indispensable para la ascesis personal que es ese esfuerzo humano que ponemos para responder a la gracia de Dios y es el medio por el cual el hombre purifica su vida para que en ella se desarrolle en plenitud la vida divina. Este esfuerzo es dirigido por el Espíritu Santo, quien pretende orientarnos a Dios eliminando todo lo que estorba para esa santidad que ya está contenida en el cristiano desde su bautismo. Por la ascesis fortalecemos nuestro caminar con Jesús y con su mismo espíritu, algo que se concreta de forma esencial en la penitencia. Como dice el Catecismo: "Tomar la cruz cada día y seguir a Jesús es el camino más seguro de la penitencia" (n. 1435). San Juan Pablo II, en Reconciliación y Penitencia, describe la penitencia como aquello que ayuda a que el Evangelio pase de la mente al corazón y del corazón a la vida, es decir, la penitencia permite vivir realmente el Evangelio y a despojarse del hombre viejo, para revestirse del nuevo (Ef 4, 23). El ayuno y la penitencia actúan como una fuerza reguladora sobre nuestras pasiones y deseos, los cuales, dejados en libertad, pueden llegar a destruirnos por completo. Tanto el ayuno como la penitencia suponen una renuncia, por lo que será imposible sin la ayuda de la cruz y del Espíritu Santo. No se trata de un estoicismo que destruye o maltrata el cuerpo, sino de una herramienta espiritual que regula y reordena nuestra interioridad, volviendo nuestra mirada a la misericordia de Dios, quien nos ama a pesar de nuestras miserias. Porque lo que somos, lo somos por su amor. El ayuno nos devuelve la autoridad sobre nuestros deseos, enseñándonos a renunciar lo que es muy atractivo, virtud necesaria para resistir a las presiones consumistas del este mundo. Nos enseña a obrar por la voluntad desde el amor a Dios y no desde la vida fácil de los apetitos. El ayuno, desde la vida espiritual, nos ayuda en dos áreas de nuestra vida. Por un lado, es la forma como la voluntad se entrena con la renuncia a cosas buenas, para en su momento poder rechazar las malas. Por otro lado, ejerce una acción misteriosa, que permite al alma abrirse de una manera particular a la gracia y a la presencia de Dios. El ayuno a pan y agua, acompañado de una oración constante durante el día de ayuno, nos abre de una manera misteriosa a la presencia de Dios, como si el hambre corporal se fuera convirtiendo en hambre de Dios. Pero atención: sin oración el ayuno corre el riesgo de convertirse en una dieta estéril para nuestra vida espiritual. Por eso es de especial importancia bendecir el día por la mañana, procurar comulgar y rezar el rosario durante el día, dar gracias en las comidas acordándonos de las intenciones por las que ayunamos, pararse con el ángelus de un modo especial, tratar de recordar una jaculatoria o una frase leída en el Evangelio, acordarnos de la hora de la misericordia (las 15:00h) y pararnos, aunque sea por un minuto, en la contemplación del momento de la Cruz de nuestro Señor, bendecir a los hijos antes de acostarnos, leerles el Evangelio y rezar con ellos. La oración es el carburante del ayuno y lo que permite que el ayuno despierte en nosotros esa alegría y esa paz que se sobrepone al malestar causado por el sacrificio, el hambre, la renuncia, etc. A veces un pequeño esfuerzo de nuestra parte corresponde a una gracia inmensa de Dios, y viceversa, un gran esfuerzo humano puede concluir en pocos resultados espirituales. Dios sabe cómo, y en qué momento darnos las gracias. De lo que sí podemos estar seguros, es que al iniciarnos en el ayuno nos abriremos a la santidad y nuestra vida cambiará RADICALMENTE, mientras que al mantenernos en los límites de la comodidad o del cumplimiento mínimo, estancamos nuestra ascesis e incluso podemos promover un decaimiento espiritual. Por eso la Virgen María pide en todas sus apariciones y mensajes una vida (no unos días) de ofrecimiento, con sacrificios por amor, con ayuno y el rezo diario del rosario. El ayuno es el camino a la perfección cristiana. Que esta Cuaresma sea una ocasión de iniciarnos al ayuno que eleva el alma y busca la perfección en el amor por la gratitud que experimentamos al sabernos amados por un Dios que todo nos lo ha dado, y nos los sigue dando, sin pedir nada a cambio. Seguimos en un tiempo de misericordia, aprovechémoslo. Paz y bien. AyunoXti Para entrar en nuestro grupo de WhatsApp para la difusión de las intenciones mensuales: Aquí Para pedir intenciones: Aquí Para ser ayunador escríbenos al correo: Aquí Facebook: www.facebook.com/ayunoporti Web: www.ayunoporti.es
02.02.2020
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Estimados ayunadores y amigos de AyunoXti,      Con esta excepcional circular, nos gustaría matizar algunos aspectos acerca de las peticiones. Las peticiones son atendidas en orden de llegada por medio del formulario y son clasificadas por prioridad. Es muy frecuente encontrar peticiones que no están bien formuladas o que se repiten cada mes. En cuanto a lo primero, hay que decir que AyunoXti está dirigido a esas peticiones de especial complejidad, en la que ya no podemos hacer mucho más que rezar, ayunar y abandonarnos a la Providencia o a la voluntad del Señor. Es muy difícil juzgar las peticiones en general, por lo que os pedimos que sean muy concretas y claras, y que no sean preocupaciones generales de carácter ordinario (ej. “Por Pepe y su trabajo”, “por la salud de Laura” o “por mis intenciones”). La adolescencia, el matrimonio, el trabajo, los estudios, etc. son realidades que van siempre acompañadas de muchas dificultades que entran en lo propio de cada realidad. En estos casos hay que rezar, dejarse aconsejar, formarse bien, y sobre todo buscar la voluntad de Dios por encima de la nuestra, que se dirige normalmente a rehuir de los problemas o las dificultades. Es legítimo pedir a Dios que nos quite una cruz (lo hizo incluso nuestro Señor en el huerto de Getsemaní), pero no exigírselo, puesto que de lo contrario no estaríamos mostrando nuestra disposición a cumplir primeramente Su voluntad. A veces nos empeñamos en pedirle a Dios lo que queremos y nos olvidamos de buscar lo que él nos tiene preparado, de modo que al final perdemos las dos cosas. En segundo lugar, cada mes podemos tener presente en nuestro ayuno unas cuantas intenciones, pero no podemos proponer 50 peticiones, pues no tendríamos a ninguna realmente en el corazón durante el ayuno y la oración de cada miércoles. Por eso es importante no pedir oraciones repetidamente y tener paciencia a que podamos ponerlas en oración. Elegir las peticiones es una tarea sumamente delicada y desechar alguna es más complicado aún. Esperamos que se entienda. También recordar que revisamos el correo cuando preparamos el siguiente mes por lo que a veces podemos tardar un poco en contestar, pero lo haremos. Finalmente, decir que cuando tenemos una petición importante en nuestras intenciones el ayuno y la oración nuestra es la más importante. Pedirnos ayunar a los ayunadores de AyunoXti cuando los interesados no quieren poner lo suyo, es algo que no entra en la pedagogía de Dios. Podremos rezar todo el año, pero cada dolor, cada dificultad, es siempre una prueba también, un peldaño de la cruz de Cristo que debemos subir, una ocasión de mostrar nuestra fe o de fortalecerla. Muchísimas veces Dios se aprovechas de nuestros sufrimientos para que nos encontremos mejor con él. Por otro lado hay peticiones que tienen que ver con la libertad de otros. Son las más difíciles incluso para Dios ya que Él mismo no puede violentar la libertad de los demás que deciden ir por caminos equivocados. Ante el rechazo de alguien, debemos considerar la posibilidad de que esa situación se mantenga. Nuestro amor y ofrecimiento puede llegar conseguir mucho si es puro, pero a veces nos debemos a un dolor que será nuestra cruz hasta el final. Por poner un ejemplo, una esposa que pierde a su esposo porque decide irse con otra mujer, es un dolor muy grande y para nosotros es una prioridad enorme. Pero ni siquiera Dios puede violentar a alguien para que se decida por el amor. A veces es cuestión de aceptar la cruz y conseguir el descanso e incluso la felicidad en esa aceptación y no tanto en que el sufrimiento sea milagrosamente eliminado. Es una tema complejo lleno de misterio, cierto. Sabemos que Dios es todopoderoso y por eso pedimos los milagros. Sin embargo, a veces hay que saber cuándo una cruz no nos la encontramos sin más, sino que nos la ofrece el Señor para mostrarnos su amor a través de ella. Puede ser una enfermedad nuestra o de otro, una soledad, el rechazo de alguien amado… Seamos testigos de la alegría del Señor y de su promesa de vida eterna, sin dejarnos vencer por el miedo, el dolor o las dificultades. Que sepamos siempre permanecer al pie de la cruz junto a María, con esperanza, firmeza y con alegría a pesar del dolor. Que el Señor y la Santísima Virgen María os bendiga a todos. Paz y bien, AyunoXti
31.12.2019
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Queridos ayunadores,    Con esta breve circular, aunque algo en retardo, sólo queremos desearos a todos una santa y feliz Navidad, además de un feliz y santo 2020. En la octava de Navidad, al igual que en la octava de Pascua, no realizamos el ayuno ya que es tiempo de alegría y gozo. Estas octavas son una prolongación de un día tan importante que la Iglesia lo celebra como si fueran 7 domingos seguidos. Pero les invitamos a que Jesús sea el centro de estas fiestas, cuidando mucho a que el mundo no entre con sus excesos, con esos móviles que están al centro de nuestra atención más de lo que deberían o incluso con ese afán de que todo (comidas, viajes, petardos, invitados, amigos, etc.) sea perfecto. Tratemos de iniciar siempre las cenas y comidas con una sincera y pensada oración, para que el Señor se complazca de ser el invitado de honor y no uno más de la mesa. Pidámosle sinceramente que bendiga nuestros hogares, nuestras familias y pongámonos a sus pies con algún rosario en familia. Recordemos a aquellos que ya no están, aquellos que sufren en estos días o que simplemente están solos. Y tratemos de asegurar que nuestros sacerdotes no pasen solos estos momentos y fiestas, que siempre se sientan arropados por nuestro calor y agradecimiento. Vienen tiempos cada vez más difíciles para España y para muchos lugares del mundo. Al demonio le queda cada vez menos tiempo y da sus coletazos que Dios usa para nuestra purificación. Que cada día estemos atentos de agradar al Señor, realizando actos de amor en todo lo que hacemos, sean cosas grandes o sencillas. Porque lo que hace importante algo, es el amor que se le pone, pues es lo único que importa y lo único que permanece. No es lo que nos gusta, nos apetece o lo que entendamos lo que importa ante Dios, sino la consciente obediencia humilde y sincera, el abandonarnos a la Santísima Voluntad del Padre. Y nadie alcanza esa entrega sin la oración que nos permite acercarnos al misterio de lo divino en lo humano. Una oración de amor que cuesta cada día y que nos duele poner en marcha. Por eso el ayuno es tan bueno, porque nos recuerda la poca cosa que somos, nuestra debilidad ante un sencillo café, un poco de aceite o un trozo de queso. En el ayuno probamos nuestra real disponibilidad a ir en contra de lo que nos apetece, lo que nos "llama" e incluso de lo que necesitamos, para hacerle un hueco a ese Dios que quiere nacer en nosotros para transformarnos en el silencio de su nacimiento en nuestro interior. Porque es Él quien nos da la fuerza de mirar con amor, de esperar con paciencia, de agradecer con discreción, de disculparnos con prontitud y sinceridad.  Que estas Navidades el Señor pueda nacer en nosotros, para que seamos testigos luminosos de las maravillas que Él puede hacer en quienes le aceptan en silencio y humildad, pero dejándole a Él ser el protagonista de cada momento. Que tengáis todos un año nuevo lleno de la ilusión de cambiar cada día a mejor, por amor a Él, quien tocó la tierra para que nosotros pudiéramos tocar el cielo. Dios os bendiga, AyunoXti
04.03.2019
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Este próximo 6 de marzo de 2019 empezaremos la Cuaresma. Como todos los años os queremos invitar a aprovechar este tiempo no tanto como un tiempo de sacrificios y propósitos temporales, sino más bien como un tiempo de esfuerzo para incorporar nuevos hábitos que nos ayuden a poner nuestro corazón cada día más en el Señor. Un buen cristiano e hijo de Dios no debe de entender la Cuaresma como un tiempo de sacrificio puntual, sino un momento de purificación especial en el que empieza a vivir con mayor fuerza y propósito, pero con la intención de proseguir. Así cada año seremos más santos y estaremos viviendo más y mejor el Cielo en la tierra. Dios no necesita de nuestra aportación, somos nosotros quienes necesitamos "aportar" para ser más como él. Queremos seguir su camino y ése es un camino de cruz, cuya gloria está misteriosamente detrás del sufrimiento y la entrega por amor. Nuestra alegría está en el Señor y queremos vivir con él, y como él, cada momento, no cumplir con algo o durante un tiempo. No nos quedemos con darle a Dios lo que la Iglesia nos propone como un mínimo. Porque quien estudia para aprobar, se arriesga a suspender, quien estudia para el 10, a veces no lo logrará. Dios quiere al estudiante que estudia todo lo posible por amor. Ese estudio da mucho fruto porque será el Señor quien complete siempre todo lo que falte. Es una matrícula de honor asegurada. Así que aprovechemos este tiempo cuaresmal para iniciarnos al ayuno si no ayunamos, a mejorarlo si lo tenemos débil o a duplicarlo si es posible. Quien ayune un poco, que ayune más; quien ayune de forma irregular, que lo regularice; quien ayune un día, ayune también el viernes; quien ayune dos días, que ayune de lo que no es comida y que tanto nos sobra. Quien no pueda ayunar de comida que ayune de hablar, pues el silencio es nuestro segundo pan; quien ayune ya de palabras, que hable bien de aquello que más le cueste o aumente su oración. Llevemos el bien donde hay maldad, silencio donde hay críticas, amor donde se están odiando. Pero mientras no nos duela, sigamos incrementando nuestra entrega a Dios en el ejemplo de su cruz. Como María, nuestra gran madre, al pie de la cruz e imitándole en la obediencia, el silencio, la entrega y la humildad. Así estaremos atentos y orantes, esperando el regreso de Nuestro Señor Jesús. Seamos generosos ofreciendo nuestra vida y estemos unidos en el ayuno, en el rosario de los miércoles y en dar a conocer el poder de vivir para Cristo. Que Dios os bendiga mucho y os conceda la alegría y la paz de vivir como él, identificándoos con su mismo Corazón, siempre abrazado por su Madre. Que esta Cuaresma salgamos renovados a la Resurrección de la Pascua y seamos cada vez más hombres y mujeres pertenecientes al Espíritu de Dios, el mismo que nos trasformará al final de los tiempos y que ya pide paso para empezar esa transformación. Paz y bien. AyunoXti PD. Os dejamos el enlace al mensaje del Papa Francisco para esta Pascua con un resumen muy sencillo de sus 15 puntos esenciales: http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2019/02/26/mens.html  1. Saluda (siempre y en todo lugar). 2. Da las gracias (aunque no "debas" hacerlo). 3. Recuérdarle a los demás cuánto los amas. 4. Saluda con alegría a esas personas que ves a diario. 5. Escucha la historia del otro, sin prejuicios, con amor. 6. Detente para ayudar. Estate atento a quien te necesite. 7. Levántale los ánimos a alguien. 8. Celebra las cualidades o éxitos de otro. 9. Selecciona lo que no usas y regalarlo a quien lo necesita. 10. Ayuda cuando se necesite para que otro descanse. 11. Corrige con amor, pero no callar por miedo. 12. Ten buenos detalles con los que están cerca de ti. 13. Limpia lo que usas en casa. 14. Ayuda a los demás a superar obstáculos. 15. Llama por teléfono a tus padres, si tienes la fortuna de tenerlos. Y además: Ayuna de palabras hirientes y transmite palabras bondadosas. Ayuna de descontentos y llénate de gratitud. Ayuna de enojos y llénate de mansedumbre y de paciencia. Ayuna de pesimismo y llénate de esperanza y optimismo. Ayuna de preocupaciones y llénate de confianza en Dios. Ayuna de quejarte y llénate de las cosas sencillas de la vida. Ayuna de presiones y llénate de oración. Ayuna de tristezas y amargura y llénate de alegría el corazón. Ayuna de egoísmo y llénate de compasión por los demás. Ayuna de falta de perdón y llénate de actitudes de reconciliación. Ayuna de palabras y llénate de silencio y de escuchar a los otros.
25.07.2018
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Muchos nos preguntan o critican a los católicos venerar imágenes o estatuas y, normalmente, añaden, en algún momento de la crítica, que no tenemos en cuenta lo que viene o no viene en la Biblia. Así que dejamos una breve respuesta a estas preguntas. ¿Adoramos los católicos las imágenes o las estatuas? ¿Es suficiente lo que dice, o no dice, la Biblia? No, de ninguna manera. Una adoración es una oración a Dios y no se hace a un objeto. Los católicos no adoramos a NINGUNA imagen, ni siquiera a una reliquia directa de Cristo como podría ser la Sagrada Síndone. Las imágenes y las estatuas son un modo de recordar a quien adoramos. El ser humano es muy visual y del mismo modo que un enamorado lleva encima la foto de su novia, el cristiano tiene imágenes y estatuas que le ayudan a recordar algún aspecto, suceso o persona que facilite la oración al Padre. Sin embargo, para entender esto, hay que entender la riqueza del catolicismo que el protestantismo quiso perder y que cada día pierde más. El cristiano que nace en la Iglesia de Cristo ha heredado muchos pronunciamientos del Espíritu Santo configurando el Magisterio de la Iglesia y la Tradición, que se suman a la Palabra de Dios. La Revelación Divina abarca, así, la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura. Este depósito de la fe (cf. 1 Tim. 6, 20; 2 Tim. 1, 12-14) fue confiado por los Apóstoles al conjunto de la Iglesia. Dios ha hablado a los profetas, a los patriarcas y a Israel en su historia. ¿Por qué debería haberse dejado de manifestar después de enviar a su Hijo? Y, más aún,  ¿para qué nos habría mandado nuestro Señor al Espíritu Santo si no para hablarnos y explicarnos lo que ha dicho y acercarnos a lo que es un enorme misterio pera la criatura humana e incluso angelical? ¿A caso esas aclaraciones, profundizaciones no han de ser tomadas en cuenta? La Iglesia de Cristo ha crecido en estos dos mil años y ha crecido en sabiduría con paciencia y prudencia, siempre a la luz del Espíritu Santo y bajo la dirección de los sucesores de Pedro, tal como el mismo Cristo estableció. Dios no es un rígido y aburrido espectador de los hombres. No se ha encarnado, ni nos ha querido transformar por su gracia prometiéndonos una resurrección gloriosa como la suya para que nos quedemos en una estática contemplación de lo ocurrido. Ha diseñado un plan sorprendente cada día, cada siglo, con innumerables gracias como revelaciones naturales y sobrenaturales, apariciones de su Madre asunta en el cielo en cuerpo y alma intercediendo por nosotros como una buena madre haría, y mucho más. Y en cuanto a la Biblia, solamente una parte de la Palabra de Dios, proclamada oralmente, fue puesta por escrito por los mismos apóstoles y otros evangelistas de su generación. Estos escritos, inspirados por el Espíritu Santo, dan origen al Nuevo Testamento (NT), que es la parte más importante de toda la Biblia porque es donde culmina la revelación y donde se da plenitud a lo que Dios enseño al pueblo de Israel. Está claro que al escribir el NT, no se puso por escrito «todo» el Evangelio de Jesús. Como dijo San Juan: «Jesús hizo muchas otras cosas. Si se escribieran una por una, creo que no habría lugar en el mundo para tantos libros» (Jn. 21,25). San Pablo también hace referencia a la tradición oral: «Hermanos, manténganse firmes guardando fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra y por carta» (2 Tes. 2,15). Así que la revelación divina ha llegado hasta nosotros por la Tradición Apostólica y por la Sagrada Escritura. Y no debemos considerarlas como dos fuentes, sino como dos aspectos de la Revelación de Dios. No vale con seleccionar unos libros de la Biblia a gusto y apoyar todo el peso de la salvación en la interpretación que cada uno haga de esas palabras. Es preciso mantenerse unidos en la Iglesia que Jesús fundó y prometió conducir hasta el fin de los tiempos: «Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo» (Mt. 28,18-20). Es un error creer que basta la Biblia para nuestra salvación. Esto nunca lo ha dicho Jesús y tampoco está escrito en la Biblia. Jesús nunca escribió un libro sagrado, ni repartió ninguna Biblia. Fue dentro de la Tradición de la Iglesia donde se escribió y fue aceptado el NT, bajo su autoridad apostólica. Además la Iglesia vivió muchos años sin el NT, el que se terminó de escribir en el año 97 después de Cristo. Y también es la Iglesia la que, en los años 393-397, estableció el Canon o lista de los libros que contienen el NT (y recordamos que Lutero es apenas del siglo VX). Fue la Tradición de la Iglesia la que nos transmitió la lista de los libros inspirados. Los evangélicos, al aceptar solamente la Biblia, están reduciendo considerablemente el conocimiento auténtico de la Revelación Divina. Guardemos esta ley de oro que nos dejó el apóstol Pablo: «Manténganse firmes guardando fielmente la Tradiciones que les enseñamos de palabra y por carta» (2 Tes. 2,15). Así que ni adoramos a las imágenes, ni nuestro credo se reduce a algunos libros seleccionados de la Biblia. Si alguien desea vivir en plenitud el mensaje de Cristo sólo le queda una solución: hacerse católico. Paz y bien.
20.05.2018
Ayuno por ti
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PANECILLOS PARA EL AYUNO Receta propia de AyunoXti  Esta receta es ideal para que podamos ayunar comiendo panes ricos y nutritivos, eliminando mejor el hambre, las jaquecas, los ardores de estómago, etc. Cuanto mejores sean las harinas, mejor. Lo importante es que no sean harinas refinadas y que el pan se fermente por lo menos 5-6h. Ingredientes: (Para 15-16 panecillos de 12x6 cm aproximadamente o de 120 gr/u).  Harina (1Kg): 900 gr. de harina panadera de trigo 50 gr. de harina integral 50 gr. de harinas varias (harina de maíz, de quinoa, de arroz, etc.) Líquidos (700gr) Cuanto más harina integral, más agua hay que poner.    Hay dos opciones:   1. La sencilla: 350 gr de agua 350 gr de leche   2. La enriquecida: 250 gr. de agua 250 gr. de leche 210 gr. cerveza  Levadura: 2 gr. de seca o 6 gr. de fresca  Sal: 30 gr. de sal normal  Mantequilla: 50 gr. (o si no, 30 gr de aceite de oliva virgen)  Miel: 50 gr. (o 30 gr de azúcar normal)  Frutos secos: Mezclar al gusto un total de 160-170gr de frutos secos no muy triturados. Lo recomendado son 80 gr de aceitunas negras y 80 gr de nueces medio trituradas, pero se pueden añadir pipas de girasol, de calabaza, semillas de lino, piñones, etc. Sólo acordarse de juntarlo todo y dejarlo en remojo un par de horas para que no resten hidratación al pan. Procedimiento Mezclar los ingredientes. Mezclamos las harinas con los líquidos y la miel (o el azúcar). Mezclar unos minutos para distribuir los elementos y dejar reposar 15 o 30 minutos (autolísis), de este modo la harina se empapará bien, facilitando el amasado y la intervención de las levaduras, pero también mejorando la extensibilidad de la masa. Mezclamos un poco (lo ideal es con una rasqueta curva) y añadimos la  levadura (lo mejor es que haya sido disuelta anteriormente en un poco del agua de la receta). Dejamos reposar unos 10 minutos y realizamos unos pliegues a la masa añadiendo la mantequilla (o el aceite) y la sal (la sal al final es recomendable). Amasamos 10-20 min. (o dejamos reposar 60 min. haciendo pliegues cada 15 minutos). Lo mejor es el amasado francés (en este vídeo está MUY bien explicado). Dejamos la masa en un bol untado de aceite, y tapado con film transparente. Lo dejamos fuera de la nevera 1-2h para que empiece a fermentar o lo ponemos en la nevera para retardar un poco la fermentación (por ejemplo si tenemos que salir de casa o es de noche ya). Ésta se llama fermentación en bloque (es decir, sin separar en partes la masa ni dar formato a los panes). Al hacerse parte en nevera será más lenta y se reducirán los procesos alcohólicos que acidifican el pan, las proteínas de las harinas serán procesadas mejor, para facilitarnos así la digestión (por lo que es un punto muy importante). En cuanto al tiempo y a la temperatura:  Si hace mucho calor la fermentación irá muy rápida y es aconsejable usar un poco el retardo en nevera, pero si no hace mucho calor es más sencillo dejarlo un par de horas fuera a temperatura ambiente. Es importante aprender a ver la masa y reconocer en qué punto está. Si la masa ha estado en la nevera la sacamos y dejamos atemperarse  (aproximadamente 30 min) para manipularla.  Ahora toca repartir la masa en porciones de 120 gr, haciendo siempre bolas y dejándolas reposar. Luego las aplanamos con delicadeza, les ponemos a cada panecillo una cucharada de frutos secos, los cerramos enrollándolos y tratando de que esté siempre bien tensa la masa y los colocamos para que hagan su segunda fermentación tapados con un trapo de lino y espolvoreados de harina para que no se peque la tela de lino que les recubrirá: Luego dejamos que fermenten nuevamente (segunda fermentación). Si los panes entran en una única horneada no hay problema. Si tenemos que realizar dos horneadas, para que no se sobrefermente la segunda, podemos poner la primera bandeja en la nevera y cocinamos la segunda una vez montada. De ese modo paramos la fermentación de la primera bandeja que tiene que esperar la primera hornada de pan. Horneado El horno tiene que estar precalentado a 250º C por lo menos 45min, para que al abrir y colocar el pan no perdamos mucha temperatura y, si la tenemos, para que la piedra de horno esté bien caliente. En el horno habremos dejado un cuenco de agua apto para horno para estar en la base del horno para que se vaya calentando. Si tiene dentro piedras de barbacoa o tornillos, mejor.  Luego efectuamos los cortes en la superficie de los panecillos (con una cuchilla de afeitar clásica, un cúter afilado o, mejor, un cuchillo pequeño de sierra, para no romper la delicada superficie del panecillo con el arrastre) en la superficie (en paralelo y en diagonal con respecto al pan, tratando de que se superpongan, es decir, cada corte empieza a la altura de la mitad del anterior) para dirigir la salida del gas del pan. También se pueden hacer en el centro y longitudinalmente. Para los tiempos del horneado: · 8-10 minutos con calor sólo inferior y a 250º C, añadiendo agua al cuenco de barro nada más haber colocado los panecillos. Así se "asustará" el pan y crecerá bien abriéndose por los cortes realizados sin sellarse arriba ;  · 10 minutos a 200ºC con calor arriba y abajo. Si no se ha consumido el agua, retiramos el cuenco. Si se ha consumido, es suficiente abrir y cerrar la puerta para que salga el vapor, pues ahora queremos que se seque por dentro el pan. · Vigilar siempre que no se quemen, sobre todo en el final. Para una superficie más crujiente dejarlo 5-8 minutos más en el horno apagado y sin vapor. Lo ideal es sacarlos cuando la superficie esté dorada al gusto (cada horno es un mundo, paciencia), pero con un mínimo de 15-20 minutos de cocción en total o por lo menos que la temperatura interior del pan sea de 95ºC. Recién enfriados y no del todo, es mejor congelarlos enseguida, para que no pierdan demasiada humedad y queden como recién hechos al descongelarlos. Cada día de ayuno es mejor descongelar sólo los necesarios, evidentemente, de allí que es mejor piezas más pequeñas que grandes, pero tampoco demasiado pequeñas (mínimo unos 90 gr/u), pues de lo contrario podría quedar poca miga dentro en proporción a la corteza.  Podemos congelarlos de forma individual en papel de aluminio y guardarlos en una bolsa en el congelador. Para descongelarlos se pueden sacar por la mañana y dejar que se descongelen solos. También se pueden descongelar en el microondas a 160 W 15-18 segundos dándole la vuelta a mitad del tiempo y dejándolos sobre una tostadora para que se vuelva crujiente la corteza. Notas sobre esta receta - Al tener leche se aumenta la grasa y se ralentiza un poco el proceso de fermentación. - Tiene algo más de grasa (mantequilla o aceite) para dar más esponjosidad a la miga y dar más aporte calórico. La mantequilla le da un sabor único. - Normalmente se pone un 2% de sal al pan, es decir, unos 20 gr por kilo, pero en este caso la receta pone algo más de sal de lo normal porque el pan se come solo y para subir algo mejor la tensión.  - La cantidad de hidratación es del 70%, pero la leche aporta en proporción más hidratación y se le puede añadir algo más de agua dependiendo del tipo de harina. La idea es que sean panecillos de bastante hidratación. Las harinas integrales absorben más agua y hay que tenerlo en cuenta. - La fermentación es más larga de lo normal (se suelen hacer de 1 o 2 horas, pero no es sano) para que los panecillos se puedan realizar con poca levadura y consiguiendo más digeribilidad mayor, manteniendo incluso una cocción al mínimo para que no se sequen y se puedan comer con más facilidad.  - Los frutos secos y aceitunas le aportan calorías y energía, y al estar en tropezones, y no en harina, facilita la salivación.  - Si se le añadiera algo de centeno, que sean máximo 50 gr. y se añada una pizca más de levadura para que no se aplane el pan, ya que el centeno no tiene mucha proteína (no tiene gluten), mucha fibra (facilitando problemas de estreñimiento), y retrasa la absorción de los azúcares en el intestino.  - La cerveza es para darle sabor, pero sobre todo más nutrientes. Evidentemente se puede sustituir por agua o leche. - - - - - - - -  [1] Los frutos secos es mejor dejarlos en remojo el día anterior o por lo menos un par de horas, para evitar que chupen la humedad del pan y lo resequen en la cocción. Las aceitunas no hace falta y se puede mezclar a los frutos secos un par de horas antes para que se mezcle bien el sabor. El sabor de las aceitunas puede parecer fuerte, pero tras el horneado disminuye enormemente quedando una fragancia muy suave y siguiendo aportando energía. Son imprescindibles las nueces y las aceitunas, pero se les puede añadir semillas de diferentes tipos al gusto, cuidando las proporciones. Fuentes interesantes: www.elforodelpan.com www.elamasadero.com www.lacocinadebabette.com www.estudiahosteleria.com/blog/pasteleria/indice-o-porcentaje-panadero Paz y bien.
20.03.2018
Ayuno por ti
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Queridos hermanos de AyunoXti,         Estamos en la recta final que nos introducirá en la Semana Santa, el momento culminante de nuestra fe. En la cruz que contemplaremos sangrante, pero también victoriosa, encontraremos el motivo de nuestra oración, el gozo de nuestra espera, la esencia de nuestra unión. Desde la cruz brota un manantial de salvación inmerecida. Muchos la rechazan y no caen en la cuenta del despropósito de rechazar algo no sólo tan valioso, sino que no habríamos podido jamás atrevernos siquiera a pedir. Es Dios quien sale a nuestro encuentro de esta forma y es por amor a nosotros. Un amor que sólo debería recibir un eterno agradecimiento y no los ultrajes y rechazos que recibe cada día. Este camino que Dios ha marcado es un camino que nos pide seguir con alegría en la Victoria ya acontecida, pero también con responsabilidad y esfuerzo. Para esto, en esta recta final, os invitamos a reflexionar en los tres elementos centrales de nuestro amor a Dios, para tratar siempre de tenerlos muy bien purificados y unidos. Os dejamos las hermosísimas palabras de San Pedro Crisólogo en su sermón número 43: Tres son, hermanos, los resortes que hacen que la fe se mantenga firme, la devoción sea constante, y la virtud permanente. Estos tres resortes son: la oración, el ayuno y la misericordia. Porque la oración llama, el ayuno intercede, y la misericordia recibe. Oración, misericordia y ayuno constituyen una sola y única cosa, y se vitalizan recíprocamente. El ayuno, en efecto es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno. Que nadie trate de dividirlas, pues no pueden separarse. Quien posee uno solo de los tres, si al mismo tiempo no posee los otros, no posee ninguno. Por tanto, quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca: que preste oídos a quien le suplica aquel que, al suplicar, desea que se le oiga, pues Dios presta oído, a quien no cierra los suyos al que le suplica. Que el que ayuna, entienda bien lo que es el ayuno; que preste atención al hambriento quien quiere que Dios preste atención a su hambre; que se compadezca quien espera misericordia; que tenga piedad quien la busca; que responda, quien desea que le responda a él. Es un indigno suplicante quien pide para sí lo que niega a otro. Díctate a ti mismo la norma de la misericordia de acuerdo con la manera, la cantidad y la rapidez con que quieres que tengan misericordia contigo. Compadécete tan pronto como quisieras que los otros se compadezcan de ti. En consecuencia, la oración, la misericordia, y el ayuno, deben ser como un único intercesor en favor nuestro ante Dios, una única llamada, una única y triple petición. Recobremos, pues, con ayunos lo que perdimos por el desprecio: inmolemos nuestras almas con ayunos, porque no hay nada mejor que podamos ofrecer a Dios, de acuerdo con lo que el profeta dice: “Mi sacrificio es un espíritu quebrantado, un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias”. Hombre, ofrece a Dios tu alma, y ofrece la oblación del ayuno, para que sea una hostia pura, un sacrificio santo, una víctima viviente, provechosa para ti y acepta a Dios. Quien no dé esto a Dios, no tendrá excusa, porque no hay nadie que no se posea a sí mismo para darse. Pero para que estas ofrendas sean aceptadas, tiene que venir después la misericordia; el ayuno no germina si la misericordia no le riega, el ayuno se torna infructuoso si la misericordia no lo fecundiza; lo que es la lluvia para la tierra, eso mismo es la misericordia para el ayuno. Por más que perfeccione su corazón, purifique su carne, desarraigue los vicios, y siembre las virtudes, como no produzca caudales de misericordia, el que ayuna no cosechará fruto alguno. Tú que ayunas, piensa que tu campo queda en ayunas si ayuna tu misericordia; lo que siembras en misericordia, eso mismo rebosará en tu granero. Para que no pierdas a fuerza de guardar, recoge a fuerza de repartir; al dar al pobre te haces limosna a ti mismo: porque lo que dejes de dar a otro, no lo tendrás tampoco para ti. Así que, amemos con nuestra oración, con nuestro esfuerzo máximo en la caridad y siempre de la mano de nuestro ayuno y de nuestro rosario, buscando alcanzar cada día un esfuerzo mayor, para que el Reino de Dios esté en nosotros de forma cada vez más santa y permanente. Que Dios nos bendiga y la Virgen nos cuide, escuchando nuestras necesidades y peticiones, pero sobre todo acrecentando en todos nosotros el deseo ferviente del amor de Dios y el vivir según el Espíritu Santo y divino que nos manda. Paz y bien

"AyunoXti"

"En cuanto a esta clase de demonios, no se les puede expulsar, sino por medio de la oración y el ayuno"

(Mt 17, 21)

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