Muchos se acercan a nosotros con grandes necesidades de intercesión y oración. Sin embargo, es preciso ponerse en oración personal y no delegar totalmente la oración en los demás. Mucho del dolor y sufrimiento que tenemos que vivir es permitido por Dios precisamente porque con ello pretende movernos hacia él.
Un día Jesús le dijo a Santa Gertrudis cuando rezaba por la noche por la salud de su amiga:
"Me molestas, Gertrudis, al rogar por su salud, porque su enfermedad es una gran gracia y ella se somete a mi voluntad y rápidamente se santifica".
Está bien pedir la salud, pero hay que saberse sobre todo abandonar a la voluntad de Dios por encima de todo. Cuando Dios frustra nuestro planes se trata de una frustración bendita, porque está hecha por el Amor, que siempre busca nuestro bien. Tengamos cuidado en no obstaculizar nunca la voluntad divina por hacer la nuestra.
Os dejamos las armas más potentes que podemos emplear para luchar contra el mal y caminar en oración. Son las más importantes y fundamentales para la conversión, para la petición y, sobre todo, para convertir cada día el corazón al amor de Dios.
Especialmente importante es el rosario, pero os proponemos también la Coronilla de la Divina Misericordia y su correspondiente Novena. Podéis descargar los PDF e miprimirlos si os ayuda a rezar mejor.
Quien reza, nunca se perderá.
Paz y bien.